sábado, 30 de enero de 2010

Me gustó tu canción

Ayer se hizo la magia con tan sólo cuatro palabras: “Me gustó tu canción”. Tan simple como eso. Atrás quedan las horas de composición devanándote el molondro y arañándote cuando las cosas no salían como querías. Las tardes de armonización buscando e investigando acordes nuevos para que no suene a lo mismo de siempre. Los repetitivos ensayos en los que tocabas una y otra vez la misma canción hasta que soñabas con ella. Los tediosos e interminables viajes que hacían quedar como un mojón al mismísimo Fog (aunque de algunos surgieron buenas ideas, todo sea dicho). Los demoledores y malpagados días de concierto en los que no ha venido a verte ni el camarero. Las críticas de los mismos que no vienen a verte y que te opinan, por toda la cara, de un vídeo tuyo que ha visto en el Youtube. La incertidumbre de si esto realmente vale la pena…
Todo eso se esfumó en un instante. Es ese mismo en el que ves a alguien que no tiene ningún tipo de compromiso social contigo soltándote eso a la jeta. Ellos no saben cuanto valen esas palabaras pero en seguida me acordé de que los mayores consejos y ánimos han sido así de cortos. Recordé a Paco Medina “Ese es el camino Rubén”. Cada palabra mil quilates.

Ahora respondo yo con mis cuatro palabras a todo aquel que quiera escucharlas: “Realmente vale la pena”.

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